miércoles, 4 de noviembre de 2015

¿Qué libro salvarías?

Si la Tierra fuera destruida, ¿qué libro rescatarías con el fin de que los seres humanos que se salvaran pudieran emprender de nuevo el camino de la civilización? Lanzamos el reto a 4º de ESO y unos cuantos alumnos decidieron explicar las razones por las que elegirían un libro, un solo libro. Sus textos irán apareciendo en este blog tal como los crearon. 


Harper Lee, Matar a un ruiseñor (Por Octavia Varela)

Matar a un ruiseñor es un libro que muestra claramente las desigualdades sociales y la difícil lucha por la dignidad humana. Fue la primera y única novela de Harper Lee hasta este año, cuando se publicó su segunda parte, Ve y pon un centinela. Los personajes de esta novela son profundos y bien definidos, porque es muy fácil identificarse con ellos.

La historia está narrada desde la perspectiva de Scout Finch, una niña de seis años, hija del modélico abogado Atticus Finch. Un joven negro es acusado de golpear y violar a la hija de Bob Ewell, y Atticus se presenta voluntario para defenderlo, ya que el joven es inocente y ninguna prueba demuestra lo contrario. Este hecho choca con la mentalidad de la gente de la época en el pequeño pueblo donde transcurre la novela. 
Este libro merecería ser recordado y leído porque muestra la hipocresía de las personas y el sentido de la justicia de algunos que se atreven a cuestionar lo que es socialmente aceptado.
Hay dos frases que resumen a la perfección el contenido del libro, pronunciadas por Atticus:
"Nunca conoces realmente a una persona hasta que has llevado sus zapatos y caminado con ellos". 
"La única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la conciencia de uno".
Siendo sinceros, ¿nos atreveríamos a denunciar y a enfrentarnos a algo injusto si eso significara estar en contra de las ideas de todos los que nos rodean? La respuesta en muchos casos es no, por miedo a ser excluidos. Por eso, elijo Matar a un ruiseñor, porque es un libro que empuja a reflexionar, a pensar y a cuestionarnos  muchas cosas que hasta entonces no nos habían importado mucho.

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