Tomado de luisvia.org |
Tomada de El Correo |
El
sitio de Leningrado (antes y ahora conocida como San Petersburgo, la
capital de la Rusia de los zares) comenzó el 8 de setiembre de 1941,
poco después de la invasión de la Unión Soviética por Alemania. La
intención inicial de los atacantes era destruir la ciudad, símbolo de la
Revolución de Octubre pese a que ya no tenía el rango de capital. Pero
cuando apenas se habían iniciado los bombardeos, Hitler cambió la
estrategia. Leningrado perecería por hambre.
Tomada de El País |
En
diciembre de 1941 se alcanzaron los -40º C en varias ocasiones, mucho
frío. Y mucho más para una población sin calefacción, luz eléctrica ni
alimentos. El
estricto racionamiento contemplaba una dieta de una cantidad
insignificante de carne y grasa que se sumaban a 300 gramos de pan para
los obreros, 250 para los empleados administrativos y 125 para niños y
personas no activas. En los momentos peores del sitio, a comienzos de 1942, llegaron a fallecer alrededor de 7.000 personas al día.
Los testigos aseguraron que en las calles se escuchaban constantemente las siguientes obras:
- Sinfonía no. 5 de Shostakóvich:
- Sinfonía no. 6 de Chaikovski:
Por suerte, el arte siempre encuentra caminos para librarnos de la barbarie y el mismo Shostakóvich pudo hacer llegar a los Estados Unidos su Sinfonía no. 7, titulada Leningrado. Todo un símbolo de la supervivencia de un pueblo.
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